Visitar las Bardenas Reales por libre con tu coche, a pie o en bici
El espectacular área semidesértica de casi 42 mil hectáreas de Reserva de la Biosfera de la UNESCO que ocupan las Bardenas Reales y que fue declarada Parque Natural en 1999 es uno de los rincones más increíbles que ver en Navarra. No obstante, una pequeña porción de su territorio en realidad forma parte de Aragón. En cualquier caso, si vais a hacer cualquier ruta por la Comunidad Foral, no podéis dejar de visitar las Bardenas Reales. Porque, además, hacerlo por libre con vuestro propio coche es una de las cosas más fáciles del mundo mundial.
Aunque nosotros estando allí no podíamos dejar de imaginarnos recorriéndolas a caballo al mando de una horda dothraki, cual khaleesi saliendo de Vaes Dothrak. Y hasta sobrevolándolas a lomos de Drogon. Porque sí, efectivamente, en la sexta temporada de Juego de Ttronos este espectacular paraje natural fue el elegido para ambientar el hogar ancestral de los dothrakis…
¡Os lo contamos todo a continuación!
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¿Qué vas a encontrar aquí?
✅ Geología de las Bardenas Reales
Para entender por qué son tan espectaculares las Bardenas Reales, tenemos que saber que son una serie de formaciones geológicas que se remontan al periodo terciario. O lo que es lo mismo: hace unos 35 millones de años. ¡Ahí es nada!
Sus increíbles configuraciones son consecuencia de la mezcla de materiales que componen el terreno con los distintos procesos de erosión a los que se han visto expuestos. Tanto por parte del agua que ha corrido libre por los antiguos ríos, como del aire que las ha acariciado y de los seres vivos que han hecho la trashumancia a través de la zona durante siglos. Y como resultado de todas esas combinaciones encontramos tres zonas diferenciadas:
- El Plano. Es la zona norte y nordeste del espacio natural. Un área muy elevada, donde los materiales son de una altísima dureza. Por lo que la erosión es apenas palpable.
- La Negra. Es la parte sur del Parque Natural, colindante con Aragón. Y también es una zona más elevada que el resto y menos erosionada. Aún así, hay cortados de distintas alturas. E igualmente es el área donde más vegetación se encuentra. Entre la que destacan los pinos, los carrascales y el monte bajo o matorral. De ahí que se le llame “la negra”, por ese color más oscuro que se aprecia desde el aire por la espesura vegetal.
- La Blanca. Es la parte central. Enclavada en una depresión del territorio entre las elevaciones de El Plano y La Negra. Es la zona más erosionada, donde hay profundos barrancos surcados por cauces de agua. Todo ello salpicado de los cabezos: las formaciones más espectaculares. Es el espacio más concurrido por los visitantes. Y su nombre se debe al color blanquecino por el alto contenido de arcillas y calizas.
✈️ Cómo llegar
Las Bardenas Reales se encuentran en la depresión del Valle del Ebro, en el sureste de Navarra. Justo en la frontera con Aragón. Y, de hecho, una pequeña porción de su territorio se encuentra en esa comunidad. Sin embargo, lo más fácil y por ende lo más común, es acceder por el lado navarro. Donde, además, encontraréis el centro de visitantes en el que os podrán informar de absolutamente todo. Y es superrecomendable hacerles una visitita para que os indiquen si hay alguna zona cerrada. U os den recomendaciones extra que tengáis que tener en cuenta si hace mal tiempo.
Dicho esto, la carretera principal de acceso al parque nacional, que abre desde las 8 de la mañana hasta una hora antes del anochecer, parte del pueblo de Arguedas. Y hasta allí se puede llegar por la carretera NA-134 desde Tudela en apenas 20 minutos. O por la NA-121 si se accede desde el norte de la comunidad. Ya que Olite se encuentra a unos 35 minutos. Y Pamplona a 1 hora escasa.
También es posible entrar por el norte, desde el pueblo de Carcastillo a través de la NA-128. Pero ese acceso, conocido como “El Paso”, en épocas de lluvia o de mal tiempo, puede estar cerrado. O ser necesario acceder con un vehículo 4×4.
Y, por último, se puede acceder sólo a la parte sur, a La Negra, por la NA-125. Tanto desde Tudela y Fustiñana, en Navarra. Como desde Ejea de los Caballeros, en Aragón.
✨ Visitar las Bardenas Reales: qué ver
Como os venimos anunciando, visitar las Bardenas Reales es todo un must en cualquier ruta por Navarra. Además de por su paisaje, prácticamente único en el mundo, por las especies de flora y fauna tan poco comunes que se pueden encontrar. Pues la mayoría de ellas son autóctonas del continente africano y no tienen nada que ver con lo que cabría esperar en el norte de España más allá de la gran presencia de águilas, buitres, avutardas y gatos monteses.
Tanto es así que en un pasado llegó a ser hogar de tortugas y hasta de cocodrilos. Aunque lo cierto es que a día de hoy, quitando a las rapaces que sobrevolarán vuestras cabezas y algún reptil o pequeño mamífero que veréis si agudizáis la vista, la mayor parte de su fauna no suele dejarse ver. En cualquier caso, a continuación os contamos los principales puntos de interés del parque y dónde tendréis las mejores vistas del espacio y sus habitantes (si quieren salir a saludar ese día…).
⚠️ POR FAVOR, no olvidéis que estamos hablando de un espacio natural protegido. Cuyo territorio, flora y fauna es única y muy frágil. Es por ello que es superimportante seguir todas las normas, no salirse de las rutas establecidas y dejarlo todo mejor de como lo encontremos. ⚠️
Y para que no os perdáis nada, os dejamos también el mapa oficial del parque con todas las rutas que se pueden hacer indicadas:
Centro de visitantes
Como ya os hemos dicho, nuestra recomendación es que antes de empezar a visitar las Bardenas Reales hagáis una parada en su centro de visitantes. En él podéis aprender muchísimo sobre el origen, la formación, el entorno y la conservación del parque natural.
Además, os facilitarán mapas de la zona. Os darán todas las recomendaciones para disfrutar del recorrido. Y os recordarán la normativa para evitar problemas.
Mirador de la Blanca
Es la primera parada que tenéis que hacer para poder haceros a la idea de la magnitud del espacio que ocupan las Bardenas Reales. Desde él, aunque muy lejos, se divisa en días despejados prácticamente toda el área de La Blanca. Así que es el aperitivo ideal para vuestra visita.
Los Tres Hermanos
Siguiendo la carretera circular que recorre el parque, no se tarda en alcanzar las instalaciones de un Cuartel Militar y el enorme espacio del campo de tiro que utilizan. Aunque no tenéis nada de qué preocuparos, está muy bien señalizado y debidamente vallado. Pero todo esto sólo os lo contamos para que os hagáis una idea de dónde parar para contemplar “los Tres Hermanos”. Tres montículos que se alzan sobre una enorme explanada y que nos recordaron muchísimo a Monument Valley.
Los Blanquizales
Un poco más adelante, se empiezan a apreciar los blanquizales. También llamados badlands, en inglés; o simplemente paisaje lunar. Debido a la escasa vegetación y los profundos surcos del terreno.
Embalse de Zapata
A pesar de ser un territorio desértico, en las Bardenas Reales hay agua. Y la mayoría de ella se concentra en el Embalse de Zapata. Que, aunque pertenece a la zona militar y no se puede acceder hasta él, deja unas vistas preciosas e impresionantes.
Además, es el lugar ideal para poder ver distintas aves migratorias refrescándose y recargando pilas antes de proseguir su camino.
Cañada Real
En el extremo más oriental del recinto la carretera atraviesa la Cañada Real. El camino que durante la trashumancia, a mediados de septiembre, seguía el ganado desde los pastos pirenaicos de El Roncal hasta llegar a los de la bardena. Y, al revés, en torno a mayo. Aunque hoy en día apenas hay pastores y rebaños trashumantes que continúen haciendo este recorrido.
Rincón de las Rallas y Cabezo de Sanchicorrota
Después de que la pista forestal se desvíe hacia el oeste se puede empezar a ver de frente el Rincón de las Rallas. Esta parte del parque es quizás la más protegida de todas porque es el principal hogar de las aves rupícolas, las que habitan en las rocas. Y, de hecho, durante los meses de reproducción, se restringe notablemente el acceso de los visitantes para evitar que sus ciclos vitales se vean alterados.
Entre las aves que se pueden ver destacan los alimoches, las águilas reales, los búhos reales y los buitres leonados.
Justo a la izquierda del Rincón de las Rallas hay otro destacado cabezo: el de Sanchicorrota. Que, con sus veinticinco metros de altura, puede presumir de ser una de las cumbres más altas de la reserva.
Si os fijáis bien, su silueta tiene la forma perfecta de chimenea tan característica de las bardenas. Pero su cima está cortada y es plana. Esto es así porque allí era donde se emplazó en su día el Castillo de Sanchicorrota. Aunque hoy apenas queda nada de él más allá de sus cámaras y galerías subterráneas.
La fortaleza se erigió originalmente, se cree que en tiempos de Sancho VII de Navarra (finales del siglo XII y principios del XIII), para defender el territorio de los bandoleros. Que por lo inhóspito del terreno solían refugiarse en la zona y asaltar a los viajeros que transitaban por allí.
Mirador de Juan Obispo
No muy lejos del Cabezo de Sanchicorrota está uno de los puntos álgidos de la visita: el Mirador de Juan Obispo. Al que se accede por un breve y sencillo camino.
Nosotros no pudimos subir porque había llovido en los días previos y el acceso estaba cerrado. Pero lo cierto es que nos quedamos con muchísimas ganas porque todo el mundo coincide en que deja las mejores vistas de todo el parque. Y, sobre todo, porque permite divisar las diferencias entre La Blanca, La Negra y El Plano, con sus tierras de cultivo.
Blanquizales de Pisquerra
Si el Rincón de la Ralla era el lugar más protegido del recinto por la fragilidad de las especies que lo habitan, los Blanquizales de Pisquerra lo son por la debilidad de su composición. Ya que se trata de un terreno de materiales de muy baja consistencia y con una erosión muy avanzada que ha dejado formas increíbles. Lo que los ha convertido en uno de los mayores emblemas en los que hacer una parada al visitar las Bardenas Reales.
Castildetierra
Llegando casi al final de la ruta circular para visitar las Bardenas Reales se encuentra el que sin lugar a dudas es su rincón más imprescindible: el Castildetierra. El mayor icono de esta reserva de la Biosfera.
Se trata, cómo no, de un cabezo. Pero es un cabezo único que sirve para ejemplificar a la perfección tanto los distintos procesos erosivos de las bardenas como las etapas en las que se han producido y los diferentes estratos del terreno que han dado como resultado.
Tiene forma de “chimenea de hadas”. Y se compone de una columna de rocas arcillosas blandas sedimentadas. Cuya cima está rematada por una roca de arenisca de mayor dureza que protege a toda la columna. En su parte más alta la erosión se debe fundamentalmente al cierzo, el viento de componente noroeste que azota Navarra. Mientras que a lo largo de toda la estructura, pero fundamentalmente en su parte más baja, se pueden ver los surcos que la erosión acuática ha dejado.
Barranco de las Cortinas
Bordeando el Castildetierra, en su parte posterior, se encuentra el último de los imprescindibles que ver al visitar las Bardenas Reales, el Barranco de las Cortinas. Un antiguo cauce hídrico formado por siglos y siglos de erosión causada por las aguas procedentes de la cuenca del Ebro. Y por el que aún corre el agua cuando las lluvias aprietan.
✔️ Visitar las Bardenas Reales con tu coche
Aunque como os decíamos al principio, a nosotros nos hubiera gustado volar sobre ellas a lomos de dragón, no había ninguno disponible el día que estuvimos, ¡ja,ja,ja! Y tampoco se pueden recorrer a caballo. Para ambas cosas no nos queda más remedio que conformarnos con ver las escenas de Juego de Tronos…
Así que, descartadas esas opciones, creemos que la forma más cómoda de visitar las Bardenas Reales, sobre todo si no tenéis demasiado tiempo, es haciendo alguna de las rutas para coches que hay habilitadas. Y que son las siguientes:
- Circuito La Blanca desde el Centro de Visitantes. Como ya os dijimos al principio, La Blanca es la zona más espectacular de las Bardenas Reales. Y esta ruta circular que parte del Centro de visitantes es la mejor manera de poder descubrirlas.
- Circuito de La Blanca desde El Paso. Realmente es el mismo itinerario que el anterior, pero accediendo a él desde El Paso. Atravesando El Plano, en el norte del parque. El único inconveniente es que esa zona norte, como ya os avanzamos antes, hay ocasiones que no es del todo transitable.
- Carretera N-121 hasta el Embalse El Ferial. Es una de las rutas más cortas y sencillas de hacer. Que permite acercarse ligeramente al área de El Plano.
- Desde Nuestra Señora del Yugo hasta el Embalse El Ferial. Otra de las más sencillas que, igual que la anterior, permite adentrarse en El Plano.
- De Ejea de los Caballeros a Sancho Abarca. Una buena forma de aproximarse a la zona de La Negra desde Aragón.
- Desde Fustiñana a la N-125 por Portimayor. También permite conocer el sur de las bardenas adentrándose en La Negra.
✔️ Otras formas de visitar las Bardenas Reales
Si disponéis de más tiempo para visitar las Bardenas Reales, también hay una buena cantidad de rutas a pie y rutas BTT.
Entre las rutas a pie destacan dos: la ruta ida y vuelta a la peña del El Fraile, en total son unos 12 kilómetros que recorren el área de La Negra; y la ruta del Barranco de Cortinas hasta el Castildetierra, una ruta circular corta y sencilla para descubrir la zona más emblemática de la reserva de la Biosfera.
Por otro lado, si lo vuestro es pedalear estáis de suerte. Porque muchísimas de las zonas del parque que no son accesibles ni a pie ni en coche, sí que cuentan con rutas autorizadas para bicicletas. Así que realmente las rutas BTT son la forma perfecta de descubrir las Bardenas Reales a fondo.
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⛺ Dónde dormir para visitar las Bardenas Reales
Si queréis disfrutar de una experiencia única cuando vayáis a visitar las Bardenas Reales el mejor lugar para alojarse es el Hotel Aire de Bardenas. Se encuentra a apenas 5 minutos de la entrada al parque por el centro de visitantes. Y podríamos decir que es una especie de eco-glamping espectacular. Admiten mascotas y tienen distintos tipos de habitaciones: algunas de ellas tipo cubos y otras tipo iglú o burbuja para poder disfrutar del cielo y del entorno. Vamos, que es una auténtica maravilla. Pero ya os avisamos que de barato ni tiene un pelo.
Ahora bien, si vuestro presupuesto es más ajustado nuestra recomendación es quedarse en Tudela. Una ciudad maravillosa que apenas está a 20 minutos del centro de visitantes del parque. Y dentro de Tudela no creemos que haya mejor lugar que el Apartamento Palacio Descalzos, donde nos quedamos nosotros.
Su ubicación es inmejorable, el apartamento es amplio, cómodo, precioso y no le falta ni un detalle; estaba todo limpísimo, el edificio es espectacular y la comunicación para entrar y salir fue fácil. Además, admiten mascotas, incluyen el parking y te facilitan todas las indicaciones perfectas para no entrar por ninguna calle exclusiva de residentes.
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⭐ Otras visitas cercanas
Seguramente os parezca que visitar las Bardenas Reales, única y exclusivamente, implique hacer demasiados kilómetros desde otras zonas de la península, por lo que lo mejor es combinar la parada con otros lugares imprescindibles en la zona. Así que aquí os dejamos nuestras recomendaciones:
- Pamplona, la capital de Navarra
- Tudela
- Olite
- La Selva de Irati
- El Valle del Baztán
- Zugarramurdi, el pueblo de las Brujas
- Ainhoa y Espelette: dos pueblos preciosos del País Vasco francés
- La Sierra de Urbasa
- Estella
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Y hasta aquí todo lo que os podemos contar para visitar las Bardenas Reales por libre con vuestro propio coche. Un paraje natural increíble que no podéis dejar de incluir en cualquier ruta que hagáis conocer Navarra.
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Esperamos que esta guía para visitar las Bardenas Reales en Navarra os haya resultado superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!
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