Ruta por el norte de La Palma. Salvaje y desconocido a partes iguales.

La isla bonita puede presumir de ofrecer al visitante enormes contrastes paisajísticos de unas zonas a otras. Su centro esconde un corazón volcánico milenario, la Caldera de Taburiente, recubierto casi al completo por un manto de pinares. Mientras que la zona este destaca por su verde y frondoso bosque de tilos. La oeste por ser donde las plataneras conviven con la historia de la conquista castellana. Y el sur por representar a la perfección el espectacular (y aterrador en cierta medida) paisaje que ha dejado la actividad volcánica más reciente. Sin embargo, embarcarse en una ruta por el norte de La Palma implica recorrer su lado más salvaje. Una escarpadísima vertiente por la que pocos visitantes (y sólo algunos locales) se aventuran a conducir.

Y es que, debido a lo arriscadísimo del terreno, hasta hace relativamente poco no había ni tan siquiera una carretera practicable que comunicase todas las poblaciones de la zona. Por lo que quizás ese sea su secreto: el aislamiento prolongado y la poca afluencia de visitantes. Una combinación de factores que hacen que recorrer esta vertiente permita sentir una calma y una paz únicas en la isla. Y que invitan a imaginar cómo tenía que ser la vida aborigen y por qué los castellanos apodaron al archipiélago “las islas afortunadas”.

¿Os he convencido ya para embarcaros en una ruta por el norte de La Palma?

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✨ Ruta por el norte de La Palma: qué ver

La cara más septentrional de La Palma engloba todos aquellos territorios que se sitúan más al norte de la Caldera de Taburiente y de su desembocadura en el Barranco de las Angustias. Una zona que comprende tres de los antiguos cantones benahoritas. Y que en la actualidad se traduce en los municipios de Barlovento, Garafía, Tijarafe y Puntagorda.

Pero antes de entrar en materia os queremos hacer una pequeña apreciación personal. Y es que, si bien no os diríamos que dejarais de visitar otras zonas de la isla para hacer una ruta por el norte de La Palma; sí que os recomendamos que si no es vuestra primera visita u os sobra algún día de viaje le deis una oportunidad.

Y para que no os perdáis nada, os dejamos nuestro mapa de la zona:

⚠️ ¡¡Ojo!! Aunque las distancias puedan parecer pequeñas en lo que a kilómetros se refiere, generalmente se tarda bastante en recorrerlas. Esto se debe a que para poder construir las carreteras y dar conexión a una zona aislada casi por completo durante tanto tiempo, el trazado tiene unas curvas de infarto y no puede pisarse apenas el acelerador ⚠️

¡¡Ah!! Otra cosa, si os mareáis, no olvidéis tomar biodramina (o cualquier otra prevención) para evitarlo. Porque ya os estamos avisando que tienen tela las curvas.

Las Tricias: Museo del Gofio y Dragos de Buracas

Un buen lugar, si no el mejor, para empezar cualquier ruta por el norte de La Palma es el pequeño caserío de Las Tricias. Un tranquilo asentamiento de un puñado de casas (y otras tantas desperdigadas por sus alrededores) que se aleja de cualquier tipo de concepción urbanística moderna.

Quizás la mejor época del año para visitarlo es el invierno, cuando los incontables almendros floran y cubren las laderas del barranco con sus pétalos que tiñen el paisaje de rosa pálido. Pero si no es así, en cualquier época del año se puede disfrutar de sus casitas solariegas de piedra encalada con balcones de madera tan características del periodo colonial canario.

Es, además, un buen lugar en el que hacer una parada para tomar algo en Camu, Camu. Un bar-restaurante que tiene una terraza enorme con unas vistas espectaculares y una carta igual de espectacular (al final os contamos un poco más).

Aunque realmente los principales atractivos turísticos de Las Tricias son otros dos: el Museo de Interpretación del Gofio (MIGO), alojado en el antiguo molino de grano del pueblo, que estuvo en funcionamiento hasta 1953; y los Dragos y las Cuevas de Buracas, un grupo de dragos centenarios asomados al Atlántico que escoltan al visitante hasta unas cuevas prehispánicas en las que hay varios petroglifos aborígenes.

Ambas visitas hay que hacerlas a pie ya que, aunque los GPS y Google Maps indican que se puede bajar con el coche hasta el Museo del Gofio, no os recomendamos hacerlo en absoluto. Se trata de un terraplén por el que no creemos que sea prudente meter un vehículo. Así que nuestra recomendación es que aparquéis en el caserío y hagáis todo el sendero andando, que tampoco es para tanto.

Mirador de Izcagua

La siguiente parada que os aconsejamos hacer en una ruta por el norte de La Palma es en uno de los miradores más espectaculares de la isla: el Mirador de Izcagua.

Una impresionante estructura acristalada suspendida sobre el barranco del mismo nombre y que supone la frontera física de los municipios de Puntagorda, al sur, y Garafía, al norte.

Desde cualquiera de las tres pasarelas acristaladas se puede ver todo el cauce de la torrentera. Y, sobre la sima de enfrente, se divisa también el caserío de Las Tricias. Donde hemos empezado esta ruta por el norte de La Palma.

Santo Domingo de Garafía

La esquina noroeste de la isla la ocupa el municipio de Garafía, con su capital, Santo Domingo de Garafía, a la cabeza. Durante muchísimos años fue la población más remota de La Palma y a la que había que hacer mil malabarismos para llegar. Ya fuera bordeando los acantilados por el mar o atravesando el frondoso Pinar de Garafía. Hoy catalogado como Reserva Natural Integral.

No hay que perderse el Mirador de Santo Domingo de Garafía, asomado al mar en pleno Monumento Natural de la Costa de Hiscaguán. Y que ofrece unas vistas incomparables de los roques que hay a pocos metros de la costa y de los acantilados.

Desde el mirador se puede bajar a pie por un empinadísimo camino que va a dar al pequeño Puertito de Garafía. Un minúsculo atraque que se utilizó para el transporte de personas y mercancías hasta los años 50. Hasta que se pudo unir el municipio por carretera.

Si no, otra visita que se puede hacer desde allí es a los Petroglifos del Calvario. Una serie de grabados aborígenes en piedra que pueden verse prácticamente desde la carretera. O al Parque Cultural de la Zarza. Mucho más extenso y completo que el Calvario en lo que a patrimonio rupestre se refiere (aunque en la actualidad se mantiene cerrado).

Mirador de las Mimbreras

La ruta por el norte de la Palma sigue, después de algunos kilómetros, bastantes curvas y un par de túneles, llegando hasta el Mirador de las Mimbreras. El lugar perfecto para disfrutar de los fascinantes paisajes palmeros.

Aunque también os recomendaros fijaros en el camino. Porque esos túneles por lo que se atraviesa el trazado están excavados en la propia roca de la isla y cruzan por debajo de la Fuente de las Mimbreras. Lo que ayuda a entender por qué era tan difícil construir la carretera.

Mirador de la Tosca

No muy lejos del de las mimbreras, hay otro mirador: el Mirador de la Tosca. Una perspectiva igualmente deslumbrante, sobre todo al atardecer, de los acantilados que se cortan abruptamente ante la inmensidad del océano. Y de las fajanas que se deslizan apaciblemente sobre las aguas. Para nosotros, uno de los más espectaculares de la isla.

Piscinas de la Fajana de Barlovento

Si vuestra ruta por el norte de La Palma coincide con el verano, ¡¡no os podéis perder las Piscinas de la Fajana de Barlovento!! Se trata de un conjunto de tres piscinas naturales acondicionadas para el baño pero conservando su encanto natural. Para muchos son las mejores de la isla. Un puesto que se disputan con las del Charco Azul, en la costa este.

Así que os animamos a probarlas y decidir por vosotros mismos…

Faro de Punta Cumplida

Por el contrario, si vuestra visita no es en verano, o hace demasiado frío para terminar el día bañándose en las piscinas, también podéis llegar hasta el Faro de Punta Cumplida.

Se considera que es una de las obras estrella de la ingeniería civil de la isla. Además de que es el primero de Europa en utilizar luces LED. Y uno de los “hoteles excepcionales” de Canarias desde 2019. Por lo que también podéis optar por reservar habitación y pasar una noche en su interior.

☕ Dónde comer en la zona

Cambiando ahora de tema para terminar, si os animáis a hacer una ruta por el norte de La Palma, tendréis que parar a comer en algún sitio. Así que, aunque ya os hemos dado alguna pequeña pista, os dejamos aquí nuestras dos recomendaciones para hacerlo:

• Parrilla Pino de la Virgen (Puntagorda): Buena comida canaria tradicional a muy buen precio. Sobre todo, por el tamaño de las raciones. Que son tan grandes que, pidiendo un entrante y dos principales para dos, nos sobró uno de los segundos entero (lo pedimos para llevar, claro). Sin embargo, el servicio es un poco lento y desorganizado. Pero si vais sin prisas y con presupuesto ajustado, es una opción perfecta.

• Camu, Camu (Las Tricias): como os decíamos, es una terraza muy agradable en la que teníamos pensado comer. Pero era Semana Santa y lo tenían todo completísimo. Por lo que nos quedamos con las ganas… Su carta es muy, pero que muy atractiva. Con propuestas frescas y modernas y un montón de opciones veganas y vegetarianas. Así que, ¡la próxima vez será!

Y hasta aquí todo lo que os podemos contar sobre qué ver en una ruta por el norte de La Palma. Su cara más salvaje y desconocida. Y a la que llegan pocos visitantes.

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Espero que este post para hacer una ruta por el norte de La Palma os haya sido superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!

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