Este de La Palma. Qué ver en la vertiente más verde de la isla.
Los que ya conocéis un poquitín de la isla bonita, sabréis de sobra que es un destino de naturaleza al 100%. Pero también sabréis que, aunque tiene espectaculares playas volcánicas y piscinas naturales, no es precisamente un destino de sol y playa. Sin embargo, para aquellos amantes del senderismo y el barranquismo, ¡¡es el destino perfecto!! Y algunos de los mejores senderos que recorrer se encuentran en el este de La Palma. Concretamente en el extremo nordeste. Su vertiente más verde y frondosa.
¿Os animáis a descubrirlos?
⭐ Para organizar el viaje ideal, DESCUBRE todos los posts que hemos publicado sobre la isla de La Palma ⭐
¿Qué vas a encontrar aquí?
✨ Qué ver en el este de La Palma
En el este de La Palma se encuentran tres de las rutas de senderismo más espectaculares de la isla (con perdón de la que atraviesa la Caldera de Taburiente y de la que recorre la cadena de volcanes del sur de la isla). Las del nordeste son rutas entre cascadas, bosques de laurisilva y tilos e, incluso, a través de grutas volcánicas. Pero, como no todo va a ser echarse al monte a andar, también hay algunos miradores y pueblos que merece la pena visitar. Y, como no, playas y piscinas naturales en las que darse un chapuzón…
Así que para que no os perdáis nada os dejamos este mapa de ruta:
⭐ Os RECOMENDAMOS esta excursión al Bosque de los Tilos, el Charco Azul y una destilería de ron que podría resumir bastante bien lo que os proponemos en este post ⭐
Aunque si preferís hacerlo por libre, ¡¡seguid leyendo!!
Tres senderos imprescindibles
Marcos y Cordero
Es la ruta por antonomasia del este de La Palma. Se trata de un sendero de unos 25 kilómetros que atraviesa 13 túneles de agua que se adentran hacia los nacientes de Marcos y Cordero, en el corazón de la Reserva de la Biosfera.
Está considerado un sendero peligroso. Sólo apto para expertos bien equipados (con calzado adecuado, casco, linterna, chubasquero…). Por eso mismo es habitual que por diversas condiciones esté cerrado su acceso al público (generalmente por mal tiempo o lluvias). Sin embargo, no es difícil ver a familias con niños haciendo la ruta. O al menos el tramo más frecuente: los 13 kilómetros, prácticamente sólo descendentes, que van desde la Casa del Monte hasta el Centro de Visitantes de los Tilos. Así que si os animáis sólo hay que conducir hasta el Centro de Visitantes y, desde allí, coger alguno de los taxis 4×4 que llevan hasta la Casa del Monte para iniciar el camino.
⚠️ ¡¡Ojo!! en verano el último acceso al sendero desde la Casa del Monte es a las 14h en verano. Y en invierno a las 12:30 ⚠️
Aunque nos hubiera encantado hacer esta ruta (y algún día la haremos), las dos primeras veces que estuvimos en la isla su acceso estaba cerrado. Y esta última viajábamos con nuestra perrita y no permiten el acceso a mascotas, ni siquiera atadas. Esa restricción afecta a todos los senderos que se adentren en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y en la Reserva Natural Integral del Pinar de Garafía.
Pero, ¡¡tranquilidad!! Porque a continuación os contamos otras dos rutas superchulas que hacer en el este de La Palma. Y que podréis seguir la familia al completo.
Sendero del Cubo de la Galg
El gran descubrimiento de nuestra última visita por el este de La Palma fue el sendero de El Cubo de la Galga. Nos aventuramos a recorrerlo como alternativa al de Marcos y Cordero, y nos encantó.
Se trata de un barranco situado entre los municipios de Puntallana y San Andrés. Y cubierto por un milenario bosque de laurisilva en el que también abundan los helechos y otras especies vegetales autóctonas. Pero es que, además, a lo largo del camino se puede ver un acueducto que conduce el agua entre las fincas y plantaciones vecinas. E incluso llegar a un mirador espectacular.
⭐ A continuación os contamos cómo recorrerlo por libre. Pero si preferís hacerlo en grupo y con guía, os RECOMENDAMOS esta excursión de Senderismo por el Bosque Encantado desde Puntallana ⭐
¿Cómo recorrer el sendero del Cubo de la Galga?
Pues bien, en función de cuánto queráis o podáis caminar y del tiempo que tengáis, se pueden hacer tres variantes de este sendero:
- La más habitual (la que hicimos nosotros) es una ruta circular de 9 kilómetros que se hace en 3-4 horas y que parte y regresa por un primer tramito lineal al centro de visitantes. Donde se puede aparcar el coche (id temprano porque tampoco hay mucho hueco).
- Una versión reducida de la anterior es recorrer, ida y vuelta, el tramo lineal del sendero. En total serían unos 2 kilómetros y en el centro de visitantes se puede coger una autoguía como ésta para no perderse nada.
- La opción más larga recorre 12 kilómetros. Sale desde Puntallana y vuelve nuevamente al pueblo.
En cualquier caso, hagáis la variante que hagáis, después de recorrer ese tramo lineal, llegaréis a una zona superboscosa.
Allí veréis una bifurcación que inicia la parte circular del recorrido. Y cojáis el desvío que cojáis iréis en dirección al Mirador de Somada Alta. Donde podréis recuperar el aliento disfrutando de unas espectaculares vistas del este de La Palma.
Pero volviendo a la bifurcación, si optáis por ir hacia la izquierda, como hacía la mayoría de la gente, tendréis una empinadísima, aunque más corta, subida. Mientras que si tomáis el camino de la derecha habrá más distancia, pero la subida es progresiva y bastante sencilla. Así que, aunque fue más por espíritu de contradicción que por conocimiento, nos fuimos hacia la derecha. Y creemos que acertamos de pleno. Ese camino nos pareció más bonito y agradable para subir tranquilamente. Mientras que el otro, por donde bajamos, no es tan bonito, hay que atravesar un tramo de carretera y viviendas y el paisaje es menos espectacular. Lo que, sumado al desnivel, pensamos que para subir sería pesado.
Los Tilos: la Cascada, las Barandas y el Espigón Atravesado
Si aún os habéis quedado con ganas de caminar un poquitín más por el este de La Palma, no os podéis perder algunos de los imprescindibles de Los Tilos. Un bosque que se remonta a la era terciaria y que está considerado como uno de los mejores bosques de laurisilva de toda Canarias. Además de la primera Reserva de la Biosfera que hubo en la isla.
Se puede empezar la visita en el Centro de Visitantes, el mejor lugar para descubrir todos los secretos de ese ecosistema milenario. Y luego se pueden tomar tres caminos: el primero de ellos es el que lleva al Mirador del Espigón Atravesado; el segundo lleva al de las Barandas; y el último va a parar a la Cascada de Los Tilos.
Quizás penséis que nos hemos vuelto locos, pero no. Seguramente os hayáis dado cuenta de que ya habíamos mencionado el Centro de Visitantes de Los Tilos cuando hemos hablado de Marcos y Cordero. Y sí, efectivamente lo hicimos. Así que si recorréis ese sendero ya habréis pasado por el Espigón Atravesado. Pero si no, os recomendamos subir los empinadísimos 2,5 kilómetros que van hasta él.
También podéis optar por el ascenso a través de más de 500 escalones hasta el Mirador de las Barandas. Prometido que merece la pena.
Pero, en cualquier caso, lo que sí que es imprescindible, es acercarse a la Cascada de Los Tilos. Se llega por otro camino diferente, pero tranquis, ¡sólo son 250 metros! Y si hace mucho calor hasta podréis daros un baño de agua bien fresquita.
Puerto Espíndola
Después de tanto caminar, habrá que parar a comer en algún sitio. O incluso a relajarse y darse un chapuzón. Así que nuestra recomendación es que os acerquéis hasta Puerto Espíndola.
Situado justo en la desembocadura de un barranco, pero a la vez bien resguardado, en sus orígenes fue un importante puerto comercial. Hasta él que llegaban los cargueros a recoger pasajeros y mercancías, principalmente el azúcar de las plantaciones de la isla, antes de seguir su camino rumbo a América. Sin embargo, con la construcción del puerto de Santa Cruz, éste acabó cayendo en desuso. Hasta quedar relegado para el uso de unas pocas embarcaciones recreativas y de pescadores.
Así que es un lugar inmejorable para comer buen pescado fresco (más abajo os contamos dónde hacerlo). O para relajarse en su pequeña y recogida playa que se construyó artificialmente utilizando los espigones del viejo muelle.
El Charco Azul
Pero si lo que buscáis es pasar un auténtico día de sol y mar al más puro estilo local, entonces es al Charco Azul a dónde tenéis que ir.
Se trata de unas piscinas naturales, de agua marina, claro está; que son sencillamente ESPECTACULARES. Cuentan con dos vasos enormes, uno de ellos hasta con una cascada, y una pequeña piscina infantil. Es prácticamente como bañarse en mar abierto, porque el agua se renueva con las mareas y se siente el batir de las olas, pero estando perfectamente resguardado y seguro. Precisamente por eso el Charco Azul puede presumir de ser uno de los centros de ocio más populares entre los palmeros.
San Andrés
No muy lejos del Charco Azul, también en la costa este de La Palma y rodeado de campos y campos de plataneras, se encuentra el pueblo de San Andrés. El que, gracias al Puerto Espíndola, fue el principal núcleo comercial de la región en los siglos XVI y XVII. Y es precisamente en ese periodo cuando parece que el tiempo se detuvo en sus pocas calles empedradas en las que se levantan coloridas casonas coloniales alrededor de la plaza y la modesta iglesia renacentista.
Allí mismo en San Andrés se puede visitar el antiguo horno de cal. Donde se cocía la piedra de cal cruda que llegaba en los barcos que atracaban en Puerto Espíndola para que luego pudiese ser trabajada.
También se puede visitar la Destilería de Ron Aldea. A medio camino entre el Charco Azul y San Andrés. Y es que, como buen lugar donde se cultivaba azúcar, no podía faltar una fábrica que produjese todo tipo de destilados… Abierta desde 1936, todavía sigue en funcionamiento. Así que puede visitarse y degustar los productos más típicos.
Mirador Salto del Enamorado
Para ir terminando el recorrido por el este de La Palma, no podemos dejar de hacer una mención al Mirador del Salto del Enamorado.
Cuenta la leyenda que un pastor estaba profundamente enamorado de una campesina. Sin embargo, ella no confiaba en sus intenciones. Por eso le pidió una prueba de amor. Le pidió que, utilizando su bastón como pértiga, saltase de un lado al otro del barranco. Asegurándole que si su amor era tan grande como él decía no caería al vacío. Él, cegado de amor, accedió. Precipitándose trágicamente al fondo del barranco.
Pero, al margen de la leyenda y la estatua que lo conmemora, lo que verdaderamente merece la pena son las preciosas vistas de la costa y el mar.
Mirador y Playa de Nogales
Y ya para acabar la ruta por los imprescindibles que ver en el este de La Palma, no podía faltar la parada en el Mirador y la Playa de Nogales.
La Playa de Nogales es considerada una de las mejores de la isla. Y sin duda alguna la mejor del este de La Palma. Pertenece al municipio de Puntallana y se encuentra enclavada entre montañas, coladas de lava, vegetación, un enorme acantilado y el mar. Por lo que si el viento y las mareas lo permiten, es un arenal único para pasar el día. Si no, seguirá siendo una playa única pero no apta para el baño. Y la encontraréis plagada de surfistas que aprovechan cada ocasión para cabalgar las olas.
Pero antes de acceder hasta ella, o más bien al aparcamiento que hay a unos 500 metros de su acceso, hay que hacer una parada imprescindible en el Mirador de Nogales. El mejor lugar para contemplar la preciosa playa y su entorno en todo su esplendor.
☕ Dónde comer
Si os animáis a hacer esta (u otra) ruta por el este de La Palma, tendréis que parar a comer en algún sitio. Y ya os hemos adelantado que Puerto Espíndola (o si no San Andrés) es el lugar que elegiríamos nosotros.
Pero para ser más concretos os dejamos dos recomendaciones:
- Mesón del Mar (Puerto Espíndola). Comimos aquí después de haber hecho la ruta del Cubo de la Galga. Pedimos un gofio escaldado para ir empezando y estaba espectacular, de los mejores que hemos probado. Además de que la ración (7€) era inmensa y no nos la pudimos terminar. Y después compartimos una parrillada de pescados y mariscos (29€) que estaba increíble: llevaba 2 pescados frescos de ración, 1 sepia, calamares y mejillones además de un poquito de ensalada.
Relación calidad-precio bastante buena por el tamaño de las raciones y la calidad. Su mayor «pero» es la lentitud del servicio, aunque esto los canarios lo llevamos en la sangre.
- Restaurante San Andrés (San Andrés). Nos lo habían recomendado varios amigos, pero nunca habíamos ido. Y esta vez tampoco pudo ser (imprescindible reservar). Pero sí que le pudimos echar un ojo a su sencilla pero apetecible carta y pinta muy bien. Además de que su terracita en la plaza de San Andrés es muy agradable. Así que se queda en la lista para futuras escapadas… Y si vosotros vais, ¡contadnos!
Y hasta aquí todo lo que os podemos contar sobre qué ver en el este de La Palma. Una zona de bosques milenarios que en la época del esplendor azucarero fue el epicentro comercial de la isla.
..
✈️ Organiza tu viaje a La Palma:..✏️ Descubre TODOS LOS POSTS que hemos publicado sobre La Palma. ☑️ Encuentra las MEJORES OFERTAS de alojamiento en la isla. ⛵ Añade VISITAS GUIADAS Y EXCURSIONES en La Palma en español. ☝️ Contrata el mejor seguro de viajes con nuestro 5% DE DESCUENTO EN IATI SEGUROS. ✍️ ¿Prefieres no tener que preocuparte de nada? Descubre nuestra ASESORÍA GRATUITA. |
Espero que este post para visitar el este de La Palma os haya sido superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!
Y si queréis estar al tanto de todas las novedades, no dejéis de seguirnos en instagram: @miventanalmundo