Visitar Carcassonne (o Carcasona) en un día. Todo lo que necesitas saber.

Es muy posible que hayáis oído hablar de Carcasona en más de una ocasión. Y es que su ciudadela medieval amurallada es una de las mejor conservadas del mundo. De hecho, todo el conjunto arquitectónico medieval fue restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX. Y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Así que visitar Carcassonne en un día es uno de los mejores planes que hacer en el Sur de Francia.

Porque, además, su ciudadela amurallada en lo alto de una colina se remonta a tiempos de la Galia y del Imperio Romano. Y ha sido testigo mudo de todos los acontecimientos de la región. Desde la caída de aquel Imperio Romano hasta nuestros días. Pasando por las invasiones musulmanas, las cruzadas para echarlos, los visigodos, los francos, las alianzas con los condados catalanes y el Reino de Aragón, el dominio cátaro de la región o la ocupación nazi en la II Guerra Mundial.

Así que, ¿os animáis a descubrirla?

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✅ Historia de una leyenda

Cuenta la leyenda que el nombre de la ciudad se remonta a la muerte de Ballack, el rey sarraceno que la controlaba en el siglo VIII, durante las primeras cruzadas. Tras su muerte, las tropas de Carlomagno asediaron la ciudad durante más de cinco años. Fue entonces cuando, ante la falta de provisiones, la princesa Carcas, la viuda de Ballack que quedó al mando de las tropas musulmanas, decidió poner en práctica un hábil plan.

Pese a la falta de comida, alimentó a un cerdo con un saco de trigo y lo lanzó desde las murallas. Al caer al suelo explotó y todo el trigo salió disparado. Esto que hizo correrse la voz de que el asedio era inútil, pues los sarracenos tenían tanta comida que hasta podían alimentar a los cerdos con trigo. E, incluso, desperdiciar uno tirándolo fuera. Así que decidieron retirarse.

Tras su inconfundible victoria, Lady Carcas hizo sonar las campanas y las trompetas de la ciudad mientras las tropas se marchaban. Y, según se dice, exclamaron al irse “Carcas sonne!”. Que significa literalmente “Carcas suena”. Lo que sería el origen del nombre.

Sin embargo, esta no es más que una historia de la tradición oral. De hecho, los historiadores afirman que la Dama Carcas es un personaje ficticio (aunque el asedio sí que sucedió). Por lo que el nombre de la ciudad proviene realmente de la colonia Iulia Carcaso. Fundada por los romanos en torno al año 100 a.C. Y que más adelante se llamaría Carcasum y Carcasso. Hasta convertirse finalmente en Carcassone.

✈️ Cómo llegar a Carcassonne

Visitar Carcassonne en un día es una de las actividades más populares que se pueden hacer en la región de Occitania. De hecho, es una de las excursiones más habituales desde ciudades como Toulouse, Narbona e, incluso, desde Andorra o Girona. Así que formas de llegar no faltan:

• En coche: si estás de road trip por el sur de Francia, o vas a hacer una escapada por Andorra (a 160km) o el norte de Cataluña (Girona está a 200km), llegar a Carcassonne no tiene absolutamente ningún misterio. La ciudad de encuentra en un nudo de comunicaciones. Con la A61, que conecta las costas este y oeste del país, a la cabeza. Así que sólo tendrás que ponerlo en el GPS o Google Maps y llegarás sin problemas.

• En tren: el tren también es una opción perfecta para llegar a la ciudad. Ya que hay conexiones diarias desde Toulouse (1h 10min), Narbona (30min), Marsella (3h), Burdeos (3h) y hasta Perpiñán (1h 30 min), muy cerquita de la frontera con España.

• En autobús: es igualmente posible llegar hasta la ciudad medieval en autobús. Y hacerlo además desde lugares más lejanos que en tren. Así que no dejéis de echar un vistazo a la web de FlixBus para ver todas las opciones.

• En avión: por último, hay que decir que también hay un aeropuerto en Carcassonne que cuenta con algunas conexiones a Reino Unido, Irlanda o Bélgica operadas casi en exclusiva por Ryanair.

Y si estás en Toulouse y prefieres no tener que preocuparte de nada, no te pierdas esta excursión guiada que organiza Civitatis.

⛔ Aparcar en Carcassonne

En la ciudadela medieval está terminantemente prohibido entrar en coche (salvo para los residentes y propietarios de establecimientos). Así que hay que dejar el coche fuera. Pero, ¡don’t worry! Lo tienen relativamente bien montado y hay un parking bastante amplio al ladito de la Puerta de Narbonna. Se llama Parking Cité y, aunque no es precisamente barato, es la mejor opción. Eso sí, si vais a visitar Carcassonne en temporada alta, os recomendamos ir lo más temprano posible. Porque pese a ser grande se llena con rapidez.

En cuanto a los precios, son un poco lío, pero os los resumimos: la primera media hora es gratis. Pero luego, en las dos primeras horas cada 15 minutos cuesta 1€ (es decir, por dos horas pagarás 6€: media hora gratis + 6 cuartos de hora). Después, hasta un máximo de 12 horas, cada 45 minutos cuesta 0,5€. Nosotros estuvimos algo más de 3h y pagamos 7€.

✨ Visitar Carcassonne: qué ver

Buenos, ahora que ya os hemos contado la leyenda que rodea al nombre de la ciudad y os hemos dado unas mini pinceladas de la trepidante historia que ha traspasado lo muros de su ciudadela, sólo nos queda desvelaros todo lo que ver al visitar Carcassonne.

Y para que no os perdáis nada, os dejamos este supermapa del recinto amurallado y sus principales puntos de interés.

Puerta de Narbona

Si se llega en coche y se aparca donde os decíamos, se entra a la Ciudadela por la Puerta de Narbona. Pero primero nos encontraremos con un rincón dedicado a la Dama Carcas y a su leyenda. Se trata de un busto de piedra que conmemora la ficticia hazaña y a la mujer que habría estado tras ella.

A continuación, toca atravesar la doble muralla y cruzar el puente levadizo sobre el foso que protege el recinto. Donde dos inmensas torres de piedra flanquean la verdadera entrada principal a la Ciudadela: la Port Narbonaisse.

Murallas de Carcassonne

Sin embargo, antes de adentrarnos de lleno en Carcassone, nosotros optamos primero por recorrer sus murallas. O más bien el camino que discurre entre ellas. Porque realmente son dos murallas separadas por un amplio pasillo que antaño servía de almacén de provisiones y de espacio para justas y torneos.

Pero bueno, volvamos a las murallas. Hay una primera, la interior, que es la que era la protección original de la ciudad. Tal y como la vemos hoy en día fue la que se edificó en el siglo XIII. Aunque conserva restos galo-romanos del muro de los siglos III y IV. Y luego estaría la segunda muralla, la exterior. Que fue levantada como refuerzo defensivo a finales del siglo XIII y principios de XIV. Dicho así, puede no apreciarse su magnitud, pero entre las dos construcciones suponen algo más de 3 kilómetros de muros de piedra y más de 52 torres de vigilancia. Ahí es nada…

A lo largo del recorrido, también se pasa por las otras tres puertas de acceso a la Ciudadela. Que, junto con la puerta de Narbona, que se encuentra al este, responden a los 4 puntos cardinales.

• Al sur se encuentra la Port Saint Nazaire. Se trata de una puerta torre que da acceso casi directo a la Catedral del mismo nombre.
• Al oeste tenemos la Port de l’Aude. Construida en el siglo XII, da al río Aude y conecta con la zona moderna de la ciudad a través de un puente.
• Por último, al norte está la Port Rodez. La más sencilla de todas.

Aunque para nosotros lo más espectacular sin duda alguna son las vistas que hay hacia el resto de la ciudad.

Plaza Marcou

Después de recorrer el camino entre las murallas, se puede entrar al interior de la ciudadela por cualquiera de sus cuatro puertas. Donde esperan infinidad de callecitas estrechas empedradas a rebosar de tiendas, cafés y restaurantes de todo tipo.

Pero hay un lugar que destaca por encima del resto: la Plaza Marcou. El epicentro de la ciudad y donde las terrazas ocupan prácticamente toda su superficie.

Así que es también el sitio ideal para hacer una parada y reponer fuerzas después de visitar Carcassonne.

Basílica de Saint Nazaire

Callejeando hacia el sur desde la Plaza Marcou, no se tarda en llegar a una (otra) de las plazas más bonitas que ver en Carcassonne, la de la Basílica de Saint Nazaire. Que fue la catedral de la ciudad hasta que en 1801 la reemplazó la de San Miguel, que se encuentra en la zona nueva. Aunque lo más bonito de la plaza es la fachada del Hotel de la Cité de Carcassonne toda cubierta de hiedra.

Volviendo a la basílica, hay que decir que es un templo que se remonta al siglo VI, aunque la iglesia original desapareció por completo. Y la que vemos actualmente se encuentra a caballo entre el gótico y el románico. Sus vestigios más antiguos son los de estilo románico del siglo XII. De los que queda la estructura de su nave y el campanario. Pero, fundamentalmente, lo que más se aprecia son los rasgos góticos. En los que destacan indudablemente las vidrieras y el ábside.

Teatro

Si se rodea la basílica, a su espalda se esconde el Teatro Jean Deschamps. Un anfiteatro abierto al más puro estilo romano que se construyó en 1908 justo en el lugar en el que se encontraba el claustro de la basílica. Sobre sus tablas se celebra cada verano un festival de teatro en honor a Jean Deschamps. El actor y director de teatro que le da nombre.

La pena es que si no es con entrada para un espectáculo, el interior del teatro no pude visitarse. Tan sólo puede verse desde arriba con las visitas guiadas que recorren las murallas por encima.

Castillo Condal

Sin duda alguna, el Château Comtal es la joya de la corona que ver al visitar Carcassonne. La estructura actual, que data de los siglos XII-XIII, se levantó sobre los restos de una antigua domus romana para ser la vivienda de los vizcondes de Carcassonne. Y terminó convertida en una construcción casi única en el mundo. Porque es literalmente una fortaleza dentro de otra fortaleza. Ya que además de las defensas de la ciudadela, el castillo cuenta con su propio foso, con una barbacana y hasta 5 torres y un buen número de galerías defensivas.

Su interior puede visitarse de 10 a 18, de abril a septiembre (de octubre a marzo el horario es de 9:30 a 16). La entrada cuesta 9,5€ y puede sacarse online con antelación.

El recorrido permite conocer de cerca la barbacana, la capilla, el camino de ronda por sus murallas, las galerías defensivas y el Musée Lapidaire. Donde se puede descubrir todo el patrimonio arqueológico, principalmente romano, que se ha ido encontrando en la ciudad.

Gran Pozo

Aunque hay varios pozos que abastecían de agua el interior de la ciudadela, el más famoso es el Gran Pozo (le gran puits, en francés). Decorado con dos columnas y algunos herrajes de hierro. Pero no es por su “belleza” por lo que es popular. Si no por su leyenda. Que cuenta que los visigodos, ante la posible llegada de Atila y sus ejércitos a la ciudad, escondieron en su interior el tesoro del rey Salomón. Pero tras varias excavaciones a lo largo de la historia nunca se ha encontrado nada.

Museos

Además de los lugares imprescindibles que os hemos contado, hay dos museos que se pueden recorrer al visitar Carcassone.

• Museo de la Inquisición: cuenta la historia de la institución que aterrorizó al mundo católico, incluida Francia, desde el medievo hasta la revolución francesa. La entrada cuesta 10,5€ y su horario es del 10 a 17 de septiembre a marzo. Hasta las 18 de abril a junio. Y hasta las 20 en julio y agosto. Aunque podéis consultar toda la información en su web.

• Museo de la escuela: también está este otro pequeño museo en el que se reconstruye un aula escolar antigua de las 3ª Y 4ª repúblicas (desde 1880 a 1960 aproximadamente). El proyecto es obra de Jules Ferry y puede visitarse por 4 €. Sus horarios son muy variables, así que os recomendamos echar un ojo a la página de la Oficina de Turismo de Carcassonne.

Puente Viejo

Por último, antes de abandonar definitivamente la ciudad, falta un lugar superimprescindible que ver al visitar Carcassone: las vistas de la ciudadela desde el Puente Viejo.

El puente se encuentra al noroeste del recinto amurallado. Y si habéis llegado en tren, seguramente ya habéis cruzado por él. Pero si no, se puede bajar perfectamente andando. El camino son unos 10-15 minutos. Por lo que si vais a visitar Carcassonne en temporada alta no mováis el coche. No merece la pena y en la zona baja es muy difícil aparcar. Aun así, en el mapa os hemos dejado marcado dónde aparcamos nosotros. Pero no siendo temporada alta tuvimos igualmente que dar varias vueltas hasta que sonó la flauta.

⚓ Las mejores actividades para completar tu viaje

Si preferís que un guía experto os destripe todos los misterios de la ciudad, que no son pocos; o simplemente queréis completar vuestro viaje, no os perdáis todas las actividades y visitas en español que ofrece Civitatis.

⚠️ Visitar Carcassonne con tu perro

Si estáis pensando visitar Carcassonne con vuestro perro, tenemos que deciros que, ¡¡es posible!! Nosotros lo hicimos sin problemas. Aunque, eso sí, algún “pero” hay. Los canes pueden acceder a todos los rincones al aire libre de la ciudadela y al recorrido entre las murallas del que os hablábamos antes. Siempre atados con su correa, claro.

Pero, y aquí vienen las restricciones, al castillo NO se puede entrar con mascotas. No entendemos muy bien por qué, pero así es. En la iglesia en teoría tampoco pueden entrar, pero nosotros pasamos con la nuestra en brazos delante del párroco y no nos dijo nada. Por otro lado, donde sí que nos ofrecieron entrar con ella sin restricciones fue al museo de la Inquisición.

Para comer, como os decíamos antes, hay infinitas terrazas en las que no tendréis problemas. Pero es que, además, aunque al final no comimos en la ciudad, hay varios sitios que admiten a los perretes en el interior. Os dejamos el que más nos había gustado y donde hubiéramos comido nosotros: Le Crèneau. Si lo visitáis, ya nos contaréis qué tal.

☕ Qué comer en Carcassonne y dónde hacerlo

Pues bien, como ya os venimos diciendo a lo largo de todo el post, hay infinidad de restaurantes (y muchos de ellos con terracita) para comer en Carcassonne. Así que opciones no os van a faltar. Hay desde creperías y pizzerías hasta asadores. Pero lo que quizás no sabéis aún es que Carcassonne tiene su plato estrella que, por qué no, podéis probar cuando estéis por allí.

Se trata del Cassoulet. Un guisote bien contundente a base de alubias blancas, carne de pato y carne de cerdo. Aunque su truco está en que se empieza al fuego, pero se termina al horno en cazuela de barro. Lo que le da un sabor BRUTAL.

El plato está muy extendido por todo el Sur de Francia. Pero principalmente es típico de la región de Occitania. Aunque son las ciudades de Carcassonne, Castelnaudary y Toulouse las que se disputan su origen.

Así que lo encontraréis en las cartas de casi cualquier restaurante de la ciudad. O también podéis ir a lo seguro y probarlo en La Maison du Cassoulet. Donde lo preparan muy bien, aunque el sitio es bastante turístico.

☕ Y si lo que prefieres es hacértelo tu mismo, DESCUBRE la receta del Cassoulet paso a paso ☕

⛺ Dónde alojarse para visitar Carcassonne

Por último, si vais a visitar Carcassonne, podéis alojaros en ciudades cercanas, como Toulouse o Narbona, y hacer la excursión desde allí. Pero también hay algunas opciones para hospedarse en la ciudad o, incluso, el corazón de la mismísima ciudadela. Aunque éstas últimas suelen tener unos precios algo más elevados por estar donde están.

En cualquier caso, para reservar vuestro alojamiento ideal en Carcassonne o sus alrededores, ¡¡no dudéis en usar nuestro link!! A vosotros no os costará más y a nosotros nos ayudaréis a seguir creando contenido.

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Y hasta aquí todo lo que os podemos contar sobre nuestra experiencia para visitar Carcassonne. Una ciudad medieval que parece congelada en el tiempo.

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Espero que esta guía para visitar Carcassonne os haya resultado superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!

Y si queréis estar al tanto de todas las novedades, no dejéis de seguirnos en instagram: @miventanalmundo

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