Qué ver en Passau, la ciudad de los tres ríos.

Aunque seguramente nunca hayáis oído hablar de ella, Passau, en plena región de Baviera y muy cerquita de la frontera con Austria, es un importante núcleo histórico y geográfico de Alemania. Popularmente se la conoce como «la ciudad de los tres ríos«. Y es que justo en su corazón se unen tres cauces fluviales: el imponente Danubio y los menos conocidos Eno (Inn, en alemán) e Ilz. Esa unión de los ríos hizo de la ciudad un lugar privilegiado y un epicentro comercial y estratégico muy destacado en la antigüedad. Así que, aunque con el paso del tiempo haya quedado en el olvido para el gran público, aún hay algunos lugares que ver en Passau que merece la pena conocer.

✈️ Cómo llegar a Passau

Passau se encuentra al este de Alemania, justo en la frontera con Austria y muy cerca también de la República Checa. Así que acceder a la ciudad no es para nada difícil. Además, en el Espacio Schengen las fronteras están abiertas. Y el tránsito es libre y fluido. Sin embargo, como veréis a continuación, al no ser un rincón muy turístico, acceder en transporte público no siempre es lo más fácil y cómodo:

• En coche. Es una de las maneras más comunes de ir hasta a la ciudad.

• • Desde Múnich: son unos 170km (2h) por las autopistas A92 y B12.
  • Desde Salzburgo: son poco más de 110km (1h 45′) por las autopistas B12 y A3.
  • Desde Viena: aunque algo más lejos, ya que está a 280 kilómetros, también se puede llegar en coche en casi 3h 30′ por la A1.
  • Desde Cesky Krumlov (R. Checa): es una de las ciudades más cercanas y está a poco más de 100km. Sin embargo, la sinuosa Carretera 39 hace que se tarde casi 2h en llegar.

• En autobús. Lo cierto es que hay pocas conexiones directas en autobús desde Alemania. Pero es una forma económica de llegar con Flixbus desde ciudades austríacas como Linz o Viena.

• En tren. Es la manera más cómoda y rápida de llegar hasta Passau desde las ciudades de Viena y Múnich. Sin embargo, las conexiones ferroviarias desde Salzburgo y Cesky Krumlov son una auténtica odisea.

• En barco. Pues sí, como os decíamos antes, el Danubio es uno de los tres ríos que confluyen en Passau. Así que también se puede llegar a la ciudad surcando las aguas. Y, de hecho, es una parada más que habitual en los cruceros fluviales del Danubio.

✨ Qué ver en Passau

La convergencia de los tres ríos que la cruzan da lugar a que la ciudad se encuentre dividida en varias partes. Por un lado, el Altstadt, la ciudad vieja, que ocupa la península que queda entre los ríos Danubio y Eno. Y por otro Innstadt, la ciudad a orillas del Eno; e Ilzstadt, la ciudad a orillas del Ilz.

La mayoría de las visitas que os proponemos hacer se encuentran a lo largo de la península de Altstadt, en el caso antiguo. Aunque también os vamos a hablar de algunos lugares en Innstadt e Ilzstadt. Así que os dejamos un mapa para que no os perdáis nada:

Catedral de San Esteban

Una vez en la ciudad, el edificio que más destaca de su casco antiguo es, sin duda alguna, la Catedral de San Esteban. Que fue construida en 1688 como sede del obispado y como iglesia principal de la diócesis de Passau.

Aunque ese imponente templo barroco que vemos no es el primero que hubo. Ya en ese mismo punto se han sucedido varias iglesias desde el siglo VIII.

Sin embargo, lo que ha colocado a la Catedral de San Esteban en los podios mundiales es su órgano. El más grande del mundo dentro de una catedral (y el más grande, en general, fuera de Estados Unidos). Que tiene, ni más ni menos, la friolera de ¡¡17.388 tubos!!

Veste Oberhaus

Por otro lado, en la orilla contraria del Danubio está el que para nosotros es el lugar más imprescindible que ver en Passau: la Veste Oberhaus. Una imponente fortaleza construida en 1219 en lo alto de una colina para servir a modo de residencia de los obispos-príncipes. Aunque no tardaría en convertirse más bien en un bastión defensivo.

Y precisamente por eso, a lo largo de los 800 años que lleva en pie, ha sufrido numerosos ataques que llevaron a distintas remodelaciones y ampliaciones. Lo que ha hecho que su configuración fuese evolucionando de una ciudadela gótica hacia una residencia palaciega fortificada. Llegando incluso a ser conocida en el siglo XIX como la “Bastilla de Baviera”.

En la actualidad, su interior alberga un museo medieval y de historia del edificio y de la ciudad. Además de un hotel y un restaurante panorámico espectacular.

El museo puede visitarse de 10 a 16h (horario que suele ampliarse en verano). Y la entrada cuesta 5€ (4€ con descuento y menores de 6, gratis). Sin embargo, lo más espectacular y por lo que merece muchísimo la pena la visita, y los cerca de 300 escalones que hay que subir, es por las tremendísimas vistas de toooooda la ciudad:

Además, como en el recinto están el restaurante y el hotel, subir hasta la fortaleza es gratis. Y arriba se puede reponer fuerzas tomando algo.

Dreiflüsseck

Vale, ya hemos dejado claro que estamos en la ciudad de los tres ríos. Así que no hay que perderse el Dreiflüsseck, el lugar en el que convergen el Danubio, el Eno y el Ilz. Y precisamente para eso hay que irse lo más alto posible.

Puede verse desde la Veste Oberhaus, aunque el Ilz queda un poco escondido. Y también puede tenerse una buena vista, pero no tan elevada, desde algunas torres y campanarios de la península del Altstadt, al otro lado del Danubio.

Veste Niederhaus

Justo a los pies de la Veste Oberhaus, otro de los lugares que ver en Passau es su hermana pequeña: la Veste Niederhaus. Una pequeña edificación que Odilo de Baviera creó en el siglo VIII para el obispo de la ciudad.

Con el paso del tiempo y con la construcción de la Oberhaus, el edificio se utilizó como orfanato, como prisión y hasta como almacén de guerra. Pero en 1890 fue comprado por el pintor Ferdinand Wagner. Quedando desde entonces bajo titularidad privada, por lo que no puede visitarse.

Kloster Niedernburg 

La Abadía de Niedernburg, Kloster Niedernburg en alemán, se construyó para ser la residencia de las monjas benedictinas. Aunque actualmente es el hogar de la congregación de las Madres Irlandesas. Y fue levantada, al igual que muchos otros edificios, cuando en el siglo XVIII se estableció el obispado en la ciudad.

Pero por lo que se convirtió en un lugar imprescindible que ver en Passau y al que desde hace siglos acudían infinidad de peregrinos húngaros, fue por ser el lugar en el que se retiró (y donde tras su muerte en 1059 fue enterrada) Gisela de Baviera. La Reina Consorte de Hungría entre 996 y 1038, que fue una de las mayores valedoras del cristianismo en el reino. Tanto que, tras su retiro después de la muerte de su marido, llegó a ser Madre Abadesa de Niedernburg. Y el Papa Pablo VI la beatificó en 1975.

Rathaus

Otro de los edificios más destacados de Passau es su ayuntamiento (Rathaus). Que, pese a que se levantó a finales del siglo XIV sobre los restos del edificio municipal anterior, de entonces sólo queda su fachada principal y la torre del reloj. Que atesora todas las marcas de cada una de las crecidas del Danubio desde entonces.

El resto del complejo fue reconstruido en estilo barroco en el siglo XVII. Y en su interior pueden verse algunos frescos inspirados en el Cantar de los Nibelungos.

Neue Residenz y Alte Residenz

La Veste Niederhaus y la Veste Oberhaus fueron las dos primeras residencias de los obispos-príncipes de Passau en la orilla norte del Danubio. Sin embargo, en el siglo XV se decidió levantar un palacio, la Alte Residenz, en la orilla sur del río. Ese edificio, hoy de color amarillo y anexo a la catedral, mantuvo su función de residencia de los gobernantes de la ciudad durante dos siglos.

Aunque fue reemplazado en el siglo XVIII por la Neue Residenz. Un bonito edificio neoclásico, también muy cerca de la catedral, que todavía a día de hoy es el palacio episcopal.

Kloster Mariahilf

Por último, si aún os queda tiempo y ganas para descubrir algún rincón más que ver en Passau, también se puede subir hasta el Kloster Mariahilf. Un monasterio paulino que se encuentra en lo alto de la colina de Insstadt. Situada al sur de Passau, al otro lado del río Eno y muy cerquita de la frontera austríaca.

Aunque nosotros finalmente no subimos, es uno de los lugares de peregrinación más importantes de Baviera desde que el príncipe-obispo archiduque Leopoldo de Austria llevara a Passau en 1611 una imagen de la Virgen María con el Niño firmada por Lucas Cranach, el Viejo. Aquella imagen fue colocada en una modesta capilla de madera a los pies de Mariahilfberg. Y, ahí, a raíz de que empezaron a llegar más y más peregrinos, se construyó la iglesia y el monasterio que hoy conocemos.

Así que nos parece un sitio interesante para descubrir un poquito más de la historia de la ciudad.

Y vosotros, ¿habíais oído hablar de Passau?

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Espero que esta guía para descubrir todo lo que ver en Passau os haya resultado superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!

Y si queréis estar al tanto de todas las novedades, no dejéis de seguirnos en instagram: @miventanalmundo

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