Agaete. Un barranco para disfrutar con los 5 sentidos.

A orillas de la costa noroccidental de la isla se encuentra el municipio de Agaete. En un barranco enclavado entre acantilados de roca basáltica, vegetación imposible y las salvajes aguas del atlántico.

Pero son esos contrastes los que han marcado su carácter único e incomparable. Una localidad que reúne en un pequeño espacio buena parte de la idiosincrasia de Gran Canaria. La confluencia entre el mar y la montaña. Gastronomía y cultura. Ocio y tranquilidad. Tradición y modernidad.

Y descubrir Agaete implica realizar un auténtico viaje para los 5 sentidos a través del cauce de uno de los muchos barrancos de la isla.

¿Nos embarcamos a explorarlo?

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✈️ Cómo llegar

Gran Canaria puede presumir de tener muy buenas infraestructuras de carreteras y transporte. Así que llegar hasta Agaete no supone ningún problema. Y se puede acceder con facilidad desde Las Palmas. Así como desde las principales poblaciones del norte de la isla.

• En coche. Lo más sencillo y cómodo. Y muy recomendable para llegar a cualquier rincón de la isla. Desde Las Palmas, a 30 kilómetros de Agaete, se tarda aproximadamente media hora.

• En guagua. Una muy buena opción si no se dispone de coche. El transporte público en Gran Canaria llega a prácticamente todos los rincones de la isla. Y Agaete no iba a ser la excepción. Desde Las Palmas (y pasando por Gáldar y Guía, entre otros) se puede tomar la 103 (cada 30-60 minutos) para llegar, tanto al pueblo de Agaete (4,30€), como al Puerto de las Nieves (4,40€).

✨ Qué ver en Agaete

Pues bien, el barranco que da forma al municipio de Agaete es un lugar de contrastes. Así que os recomiendo recorrerlo desde el interior de su valle, un vergel entre montañas; hasta el Puerto de las Nieves, su desembocadura en el mar. Pasando, claro, por su casco histórico y lugar fundacional.

El Valle y los únicos cafetales de Europa 

Al interior del Valle de Agaete se accede por una angosta carretera que parte del pueblo y serpentea a lo largo de 5 kilómetros entre verdes montañas, bancales y plantaciones. Y es ahí donde reside su verdadera magia. En su orografía y sus especiales condiciones climáticas. Que lo convierten en un lugar singular en la isla y en el mundo.

Por eso mismo, desde hace más de 200 años se cultiva en él la planta del café. Una producción cuidada al detalle, desconocida para el gran público y única en Europa. Pues estos apreciados granos sólo se dan en climas cálidos y tropicales. Aunque en la actualidad se están empezando a plantar también a mayores latitudes.

Así que no hay mejor forma para disfrutar del Valle de Agaete que adentrándose en alguno de sus cafetales. Como el de la Bodega Los Berrazales (Finca la Laja). Que puede presumir de ser el más antiguo de la zona.

El precio de la visita guiada es de 8€. E incluye, además de conocer de primera mano el proceso de cultivo, recolección y tratamiento del café; una introducción a su producción vitivinícola. Así como una degustación de varios de esos vinos, del exquisito café y de otros productos de la finca.

¡¡Aunque, para mí, lo mejor de todo es que podéis hacer toda la visita y degustación con vuestros perretes!!

*Para llegar a los cafetales, si no se dispone de coche, la guagua 102 tiene varias paradas en el valle, aunque sus horarios son muy escasos. Otra opción es recorrer los 5 kilómetros que los separan del pueblo a pie. Aunque lo mejor será pactar con un taxi que nos lleve y después nos vuelva a recoger.

Maipés de Agaete 

Antes de abandonar el valle y llegar hasta el pueblo, también puede hacerse un alto en el Maipés de Agaete. Un parque arqueológico en el lecho de una colada volcánica que los aborígenes utilizaron como necrópolis. Se calcula que cuenta con unas 700 tumbas. Y que algunas de ellas tienen más de 1300 años de antigüedad.

La entrada cuesta 3€ y es una visita muy amena y curiosa para descubrir un poco más sobre los aborígenes canarios. Sin embargo, el recinto lleva cerrado al público desde el principio de la pandemia y se desconoce cuándo será su reapertura. Así que lo mejor es que consultéis su página web oficial.

El pueblo de Agaete 

Después de visitar todo el valle, os recomiendo buscar un lugar para aparcar en el pueblo de Agaete. Que, pese a que su casco histórico puede recorrerse en poco más de media hora, bien merece una parada.

La villa fue fundada en 1.515 en torno a una pequeña Iglesia de la Concepción. Aunque su verdadero esplendor no llegó hasta el siglo XIX. Y prueba de ello es el Centro Cultural de la Villa. Una construcción que perteneció a la familia Manrique de Lara y que constituye una las mejores muestras de arquitectura colonial. Así como la Casa de la familia Armas. Donde se ubica el actual Ayuntamiento.

Tampoco hay que dejar de acercarse a la actual Iglesia de la Concepción (levantada en 1874 tras un incendio) ni a la Ermita de San Sebastián. Y, para aquellos que quieran descubrir un poco más sobre la popular Fiesta de la Rama, declarada en 1972 Fiesta de Interés Turístico y en 2018 Bien de Interés Cultural, otra parada imprescindible debe ser en el Museo de la Rama.

Para acabar, se puede dar un paseo por el Huerto de las Flores. Un jardín tropical que en el siglo XIX creó la familia Armas con semillas traídas de todo el mundo. Principalmente de América.

Su horario, en principio, es de martes a sábado en horario de mañana (generalmente de 11 a 17). Aunque son bastante irregulares y lo cambian con frecuencia. Y la entrada cuesta 1,5€.

El Puerto de las Nieves 

Para terminar, hay que llegar hasta la desembocadura del barranco de Agaete en el mar. Hasta el Puerto de las Nieves. Uno de los barrios pesqueros más bonitos y con más encanto de Gran Canaria.

El mejor lugar para dejar el coche es en un terraplén que hay al final de la avenida principal de acceso. El espacio está controlado por unos gorrillas que cobran 2€ por vehículo. Pero, generalmente, aparcar en cualquier otro sitio del pueblo es imposible…

Desde allí, se puede continuar por el paseo marítimo hasta el final del pantalán para tener unas vistas increíbles de los acantilados.

O adentrarse en el pueblo por la Avenida de los Poetas. La calle principal y en la que se suceden las casitas encaladas blancas y azules, los restaurantes de pescado fresco y las tiendas de artesanía y souvenirs. Para llegar hasta la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

Después, si el tiempo acompaña, ¿qué mejor plan que darse un chapuzón? Una buena opción es la Playa de las Nieves. Justo al final del pueblo. En cuya bahía antaño se alzaba el “Dedo de Dios” (un roque milenario que quedó parcialmente destruido en 2005 con el paso de la tormenta tropical Delta). Y donde se encuentra el antiguo muelle de Agaete. Hoy en día utilizado por los jóvenes como trampolín.

Otra opción también es andar unos minutos por el paseo marítimo en dirección opuesta. Para, en apenas 500 metros, llegar a unas piscinas naturales. Perfectas para pasar un rato agradable al sol.

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Si no os animáis a conducir por la isla, o simplemente preferís hacer las visitas guiadas para no tener que preocuparos de nada, no os perdáis todas las actividades y visitas en español que ofrece Civitatis por el Valle de Agaete.

☕ Dónde comer en Agaete

Por último, Agaete, como buen puerto pesquero, es el lugar ideal para comer excelente pescado fresco al mejor precio. Aunque, eso sí, entre su infinidad de restaurantes hay de todo. Como en botica. Los hay normalitos. Los hay muy buenos. Y, como no, también los hay malos y caros. Estos últimos dispuestos a cazar turistas despistados.

Así que apunta estas dos opciones. Nunca fallan:

• Terraza Angor. Justo al final de la Avenida de los Poetas esta terraza es perfecta para probar cocina canaria marinera tradicional al mejor precio. Además, todo está exquisito y las raciones son muy generosas. Con la fritura variada para 2 personas, que viene con papas arrugadas y verduras asadas; y un par de entrantes pueden comer 3 o 4 personas.

• Ragú. Para mí, uno de los mejores, si no el mejor, de Agaete. Este coqueto restaurante lo llevan unos chicos italianos que se han ganado el corazón (y el estómago) del público. Su carta es la mezcla perfecta de cocina canaria, mediterránea e italiana. Y ya pidas el pescado del día, un risotto o una exquisita pasta fresca, acertarás.

Después de comer, si hace buen tiempo, se puede disfrutar un poco más del sol y la playa. No hay que olvidar que, además, siempre merece la pena esperar a la puesta de sol en uno de los lugares más occidentales de la isla.

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Espero que este post para conocer Agaete os haya sido superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!

Y si queréis estar al tanto de todas las novedades, no dejéis de seguirnos en instagram: @miventanalmundo

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