Visitar Abu Simbel. Un doble milagro de la ingeniería, antigua y moderna.
Lo cierto es que Egipto está plagado de templos, pirámides y restos arqueológicos de todo tipo, pero si tuviéramos que quedarnos sólo con uno, con el más conocido y popular, incluso entre el público generalista que nada tiene que ver con la arqueología ni el turismo, ese sería Abu Simbel. Una majestuosa construcción, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1979 bajo el nombre de “Monumentos de Nubia, desde Abu Simbel hasta Philae”, que se considera un doble milagro de la ingeniería. Sus imponentes dimensiones hacen que sea inconcebible cómo se pudo erigir hace casi treinta y cinco siglos. Y sólo un prodigio de la ingeniería moderna hizo posible su traslado, pieza a pieza, en los años sesenta. Así que visitar Abu Simbel es una de las mejores cosas que hacer en cualquier viaje a Egipto.
⭐ En cualquier caso, para organizar el viaje ideal, DESCUBRE todos los posts que hemos publicado sobre Egipto ⭐
¿Qué vas a encontrar aquí?
✅ La historia del origen de Abu Simbel
La construcción de Abu Simbel se remonta al reinado de Ramsés II, uno de los faraones más destacados (y por ello uno de los más conocidos) del Antiguo Egipto. Concretamente el que hizo que su dinastía, la XIX, pasara a la historia como la dinastía ramésida.
Se empezó a construir a finales del siglo XIII a.C. como un símbolo de poder y fortaleza frente a los nubios, sus enemigos del sur. Ya que no podemos olvidar que en la cultura egipcia se consideraba a los faraones como la encarnación de los dioses en la tierra. ¿Y qué mejor muestra de divinidad que la construcción de uno de los templos más grandiosos nunca erigidos? Además, se levantó en la última frontera del imperio.
La construcción, que se prolongó durante más de dos décadas debido a la complejidad del proyecto, se dedicó a tres dioses: Ra, Amón y Ptah, quienes encarnarían la tríada suprema de la religión egipcia. Y se cree que se llevó a cabo como reacción a la “supuesta” batalla de Qadesh, en la que los egipcios se enfrentaron a los hititas en la actual Siria. Y, aunque la victoria no está realmente clara, Ramsés II quería utilizar estos templos como una forma de propaganda.
Además, en el complejo también se erigió un segundo templo, dedicado a la diosa Hathor. Esta deidad se asociaba a las reinas de Egipto y, precisamente por eso, esta construcción suele conocerse como el Templo de Nefertari, pues se construyó inspirado en la Reina Nefertari, la esposa favorita de las decenas de mujeres que tuvo Ramsés II. Y con las que, como curiosidad os diremos, tuvo en torno a un centenar de hijos.
☑️ El mayor hito de la ingeniería moderna
Pese a las ideas de grandeza e importancia con las que se erigieron los templos de Abu Simbel, con el paso de los siglos y la sucesión de faraones acabaron cayendo en el olvido. De hecho, los griegos y romanos que habitaron posteriormente la región ni siquiera tuvieron constancia de su existencia. Tanto es así que acabaron quedando sepultados por la arena del desierto.
A principios del siglo XIX, cuando los exploradores europeos empezaron a llegar a Egipto en masa, el suizo Lewis Burckhardt atisbó algo que sobresalía de la superficie. Tras mucho empeño, consiguió los fondos necesarios para desenterrar todo el complejo. Y, ¡menos mal! Aunque costó más de cien años excavar toda la obra.
Sin embargo, a pesar de haber sido completamente exhumados a finales de 1909, apenas tuvieron 40 años de “tranquilidad”. En los años 50, las inundaciones que provocaban crecidas constantes del Nilo llevaron al gobierno egipcio a diseñar la Presa de Asuán. Y esa obra implicaría la creación del Lago Nasser y la consiguiente anegación del terreno sobre el que se alzaban los templos. Lo que los dejaría nuevamente sepultados. Esta vez bajo el agua.
Por suerte, la UNESCO puso en marcha una campaña para salvar los templos. Así, decenas de países, arqueólogos, egiptólogos e ingenieros de todo el mundo se pusieron manos a la obra y obraron el milagro: desmontar los templos de su emplazamiento original y trasladarlos pieza a pieza hasta su ubicación actual. Como muestra de gratitud, Egipto regaló a los países participantes un pedacito de su patrimonio. Y así es como en España tenemos el Templo de Debod en Madrid.
🌥️ Mejor época para viajar
Igual que sucede en prácticamente todo el mundo, hay épocas mejores y épocas peores para visitar Abu Simbel. Esto es así porque es un destino con una marcada estacionalidad, principalmente por el clima, aunque también por la afluencia de turistas.
Dicho esto, podemos distinguir tres temporadas:
- Desde diciembre hasta finales de abril: el invierno es indudablemente la mejor época para viajar a Egipto. Es la única época del año en la que las temperaturas son razonables. Con máximas de unos 30 grados y mínimas de unos 12. Pero también, precisamente por ese motivo, es la época de mayor afluencia de visitantes. Por lo que los precios son más elevados y todo está más masificado.
- Desde mayo a septiembre: climáticamente hablando, el verano es la peor época para viajar a Egipto. Aunque sobre el papel las temperaturas jamás han alcanzado los 50º (porque a partir de esa temperatura está prohibido trabajar según la legislación egipcia), lo cierto es que los 40º se sobrepasan diariamente con creces. Además, pese al calor, hay mucha gente que sólo puede viajar en verano, por lo que también encontraréis bastantes turistas.
- Octubre y noviembre: el otoño corresponde a la temporada más baja en Egipto, si es que en el país de los faraones hay algún momento del año en el que haya poco turismo (que no lo hay). Aun así, es la época en la que menos gente suele viajar y por ello los precios pueden ser algo más bajos. Y además, las temperaturas no son excesivas.
✈️ Cómo llegar a Abu Simbel
Abu Simbel es uno de los complejos más visitados del país, sin embargo, sus comunicaciones no son las mejores del mundo y, de hecho, sólo hay dos formas de llegar:
- Carretera: es la forma más habitual de acceder hasta los impresionantes templos, pero que sea el camino más común no quiere decir que sea el más cómodo. Nada más y nada menos que 280 kilómetros separan la ciudad de Aswan de Abu Simbel. Y el camino se hace íntegramente a través del vasto desierto de la región nubia del sur de Egipto. El trayecto se alarga unas tres horas y media y, desafortunadamente, la inmensa mayoría de los visitantes, por falta de tiempo, hace la excursión en el día, lo que se traduce en, nada más y nada menos que, SIETE horas de autobús. Es una paliza, sí, pero merece muchísimo la pena. Aunque, si tenéis ocasión, no dudéis en hacer una noche en Abu Simbel para tener una experiencia mágica.
- Avión: la (única) alternativa, más rápida y cómoda. Existe la opción de volar desde Aswan hasta prácticamente la misma entrada a los templos. El vuelo apenas dura 45 minutos y, a priori, sería un plan ideal para aquellos que el presupuesto no sea un problema (cuesta unos 200€ ida y vuelta). Sin embargo, estos vuelos suelen sufrir bastantes cambios de última hora que pueden desbaratar todos vuestros planes y dejaros sin visitar Abu Simbel. Así que valoradlo muy bien.
✨ Visitar Abu Simbel
El complejo faraónico que ordenó construir Ramsés II se compone de dos templos: el Gran Templo de Abu Simbel, o Templo de Ramsés II; y el Templo de Hathor, o Templo de Nefertari.
El complejo abre todos los días de 6 de la mañana a 4 de la tarde (excepto en Ramadán que abre de 07 a 15). Y el precio de las entradas, que os recomendamos comprarlas online si vais por libre, dependiendo de la fecha, es de 822-1272 EGP.
Si no vais a visitar Abu Simbel por libre, debéis saber que muchos de los cruceros por el Nilo incluyen directamente la excursión. Y, si no la incluyen, la ofrecen como opcional. Otra opción que tenéis también, tanto si hacéis un crucero como si estáis alojados en Aswan y no queréis o no podéis hacer noche en Abu Simbel, es contratar esta otra excursión de ida y vuelta en el día:
Y ahora sí que sí, ¡vamos a contaros qué ver al visitar Abu Simbel!
Gran Templo de Abu Simbel
Su icónica imagen, con las cuatro gigantescas estatuas del propio Ramsés II custodiando la entrada, es posiblemente uno de los mayores emblemas de tooooodo Egipto. Cada una de ellas tiene una altura de 21 metros, lo que equivaldría a unos siete pisos de un edificio, ¿os imagináis?

Además, sobre la entrada hay también una estatua de Ra-Horajty. O lo que es lo mismo, la fusión de Ra, el dios sol, con Horus, el dios halcón. Que significaría que “el sol está en su cénit”. Y bajo las piernas de las estatuas de Ramsés están representados otros miembros de su familia, entre los que destacan Nefertari, su esposa favorita, y su madre Tiyi.
Su interior, aunque increíblemente precioso, es más sencillo que otros templos. Destaca la majestuosa sala hipóstila (de columnas) a su entrada y algunos de los dibujos de las salas interiores. Aunque por lo que es más especial es porque su construcción fue tan precisa que dos veces al año (el 22 de febrero y el 22 de octubre), al amanecer, los rayos de sol penetran en la sala interior iluminando tres de las cuatro estatuas (la de Ra, la de Amón y la del propio Ramsés). La única que permanece en la oscuridad sería de la Ptah, dios asociado siempre al inframundo.

Templo de Nefertari
Como ya os adelantamos antes, Ramsés II tuvo infinidad de esposas e hijos, pero Nefertari siempre fue su favorita. Quizá por eso decidió construir junto a su templo otro templo para ella y consagrarlo a la diosa Hathor, asociada a las reinas de Egipto. Por lo que visitar Abu Simbel implica también recorrer este segundo monumento.

Llama la atención que en un mundo donde el machismo y el menosprecio a las mujeres, aunque fueran reinas, era la tónica constante, Ramsés II hizo gala de su respeto por Nefertari. Y lo dejó patente en las estatuas que custodian la entrada al templo. Son seis en total, cuatro de él y dos de la reina, pero todas miden 10 metros de altura. Algo muy poco común ya que las mujeres siempre eran representadas con menor tamaño, puesto que eran consideradas inferiores a los hombres.
Espectáculo de luz y sonido en Abu Simbel
Antes os decíamos que si tenéis tiempo, en vez de daros la paliza de ir y volver en el día, lo ideal es pasar una noche en la zona. Así, además de visitar los templos de Abu Simbel con mucha más tranquilidad (y con menos gente ya que entraréis antes de que lleguen la mayoría de autobuses), podréis disfrutar del espectáculo nocturno de luz y sonido.
Es mágico llegar a los templos siguiendo únicamente un camino de velas y, de repente, verlos iluminarse en la oscuridad de la noche. Además, se realiza una proyección con un juego de luces fantástico para apreciar las esculturas exteriores en la que se cuenta al detalle la historia de Ramsés II. Así como de la construcción de los templos y de la envergadura de la empresa que supuso su traslado para salvarlos de la inundación.

⛺ Dónde alojarse en Abu Simbel
Como os decíamos antes, en nuestra opinión, si tenéis días suficientes, la mejor manera de visitar Abu Simbel es pasando una noche en alguno de los hoteles cercanos. De esta manera evitaréis la paliza de ir y volver en el día y, además, dispondréis de más tiempo en los templos y empezaréis a visitarlos antes de que llegue la inmensa mayoría de los autobuses.
Y, en ese sentido, en nuestra experiencia, ¡¡el Seti Abu Simbel Lake Resort es el mejor alojamiento posible!!

No es el hotel más nuevo ni el más lujoso, pero la ubicación es inmejorable, junto al lago Nasser, de hecho, prácticamente todas las habitaciones así como la piscina tienen unas vistas preciosas a la laguna. El complejo es superagradable y acogedor, las habitaciones son amplísimas y con un estilo rústico encantador, y la comida es muy buena. El buffet, tanto de desayuno como de cena, es muy variado, con opciones tanto egipcias como internacionales, y por la noche tienen hasta una parrilla donde te hacen sobre la marcha todo tipo de carnes y verduras.

En resumen, no creemos que haya un mejor alojamiento para visitar Abu Simbel.
✋ Consejos para visitar Abu Simbel
Egipto es tan fascinante como peculiar, así que toda recomendación es poca. Pero ahí van nuestras imprescindibles…
1. Merece la pena hacer noche en Abu Simbel. Podréis disfrutar del espectáculo nocturno y de los templos al amanecer, con la mejor luz y menos gente.
2. Además, madrugad al máximo, si sois los primeros en llegar apenas habrá turistas.
3. Intentad evitar ir un viernes. Es festivo para los musulmanes, así que habrá también más gente local.
4. Es recomendable hacer la visita con guía, pero no uno cualquiera. Os asaltarán infinidad de egipcios haciéndose pasar por guías. No hagáis ni caso. Si queréis hacer las visitas guiadas, reservad con uno oficial.
5. Ojo con las entradas. A colación con lo anterior, comprad sólo las entradas en las webs oficiales o en las taquillas. No hagáis ni caso a nadie que os diga lo contrario, los timos campan a sus anchas.
6. La paciencia y la firmeza serán vuestras mejores armas. Además de timos con entradas y guías, intentarán venderos de todo. Lo mejor es decir que “no” o “la” y seguir de largo. Si os paráis, aunque sea un segundo, os atraparán.
7. No deis propinas a niños, el deber de sus padres es llevarlos al colegio, si ven que consiguen dinero, nunca lo harán.
8. Igualmente, los animales no son un medio de transporte ni una diversión, no paguéis por su maltrato.
9. Apreciad el lugar único en el que estáis y cuidadlo. Dejadlo mejor de como lo encontréis.
10. Y, aunque parezca obvio, llevad agua, sombrero y crema solar. La radiación y las temperaturas en Abu Simbel son de aúpa.
..
Y hasta aquí todo lo que os podemos contar para visitar Abu Simbel una de las mayores joyas de cualquier viaje a Egipto.
✈️ Organiza tu viaje a Egipto:..✏️ Descubre TODOS LOS POSTS que hemos publicado sobre Egipto. ☑️ Encuentra las MEJORES OFERTAS de alojamiento en el país. ⛵ Añade VISITAS GUIADAS Y EXCURSIONES en Egipto en español. ☝ Contrata el mejor seguro de viajes con nuestro 5% DE DESCUENTO EN IATI SEGUROS. ✍ ¿Prefieres no tener que preocuparte de nada? Descubre nuestra ASESORÍA GRATUITA. |
Esperamos que esta guía para visitar Abu Simbel y disfrutarlo al máximo os haya resultado superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!
Y si queréis estar al tanto de todas las novedades, no dejéis de seguirnos en instagram: @miventanalmundo


