Narbona en un día. Qué ver en la primera colonia romana de la Galia.

Siguiendo nuestra ruta por el sur de Francia, después de visitar la impresionante Carcassonne, llegamos a otro lugar imprescindible de Occitania: el primer asentamiento del Imperio Romano en tierras de la Galia. Lo que hace que visitar Narbona en un día sea una una parada más que obligatoria en la zona. Porque hacerlo es repasar más de dos mil años de historia que se esconde entre sus muros, en sus plazas y en cada rincón de sus calles.

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✅ Historia Narbonnaise

Como acabamos de decir, fueron los romanos quienes en torno al año 118 a.C. fundaron en el lugar donde se encuentra la ciudad actual un asentamiento llamado Narbo Martius. Que además fue la primera colonia en territorio galo y una de las primeras fuera de Italia. Así que no tardó en convertirse en uno de los núcleos más importantes de la via Domitia. La calzada que discurría en paralelo al mediterráneo, uniendo la península itálica con Hispania.

Tras la caída del Imperio Romano, Narbona sufrió los constantes asedios visigodos, hasta que quedó integrada en el Reino de Tolosa. Tiempo después fue conquistada por los musulmanes. Quienes la ocuparon durante más de 40 años. Hasta que fue entregada a los francos y gobernada entre el arzobispado y el vizcondado. Que se disputaban constantemente su liderazgo y los privilegios que el cargo les garantizaba. Una serie de prebendas que quedaron erradicadas con la Revolución Francesa. Tras lo que se empezó a configurar como la ciudad que conocemos hoy.

✈️Cómo llegar a Narbona

Si aún no os habéis animado a visitar Narbona en un día, seguro que cuando os cuente lo superfácil que es llegar, os acabaréis decidiendo. Y es que es muy cómodo acceder desde otras ciudades del sur de Francia, como Toulouse (1h40); desde ciudades de la Provenza y la Costa Azul, como Montpellier (1h20) o Marsella (3h); o desde Girona (1h50) e, incluso, Barcelona (2h45).

• En coche: como en casi todas las ciudades que hemos visitado en el sur de Francia, lo más fácil y cómodo es llegar en coche. Aunque es cierto que aparcar gratis puede que no sea lo más sencillo. Aun así, en Narbona se pueden encontrar algunas calles sin parquímetro en los alrededores del casco histórico. Que es parcialmente peatonal.

• En tren: el tren también es una opción fantástica para llegar a la ciudad. Porque como buen nudo de comunicaciones que es, cuenta con conexiones diarias desde Toulouse (1h 15min), Marsella (2h30), Barcelona (2h30), Burdeos (3h30) y hasta París (6h).

• En autobús: es igualmente posible llegar hasta la ciudad en autobús. Y hacerlo además desde lugares más lejanos que en tren. Así que no dejéis de echar un vistazo a la web de FlixBus para ver todas las opciones.

• En avión: por último, el avión no es en absoluto la mejor opción para llegar a Narbona. La ciudad carece de aeropuerto comercial. Y, aunque se podría volar a ciudades cercanas como Toulouse o incluso Girona, creemos que no es precisamente cómodo, ni pactico, ni mucho menos sostenible.

✨Qué ver en Narbona en un día

Una vez en la ciudad toca ponerse manos a la obra a descubrir todos los rincones que ver en Narbona en un día. Y para que no os perdáis nada, os dejamos este supermapa con todos nuestros imprescindibles.

El centro de la ciudad queda dividido en dos mitades por el Canal de la Robine, que conecta el río Aude con el mar Mediterráneo, a 17 kilómetros de Narbona. Y, aunque el grueso de las visitas se encuentra en la mitad nordeste, también os vamos a mencionar alguna que otra en el suroeste.

¿Empezamos?

Place de l’Hôtel de Ville

No hay mejor lugar para empezar la visita de Narbona en un día que la Plaza del Ayuntamiento (Place de l’Hôtel de Ville). El epicentro de la ciudad desde los tiempos en los que en ella se instalaba el mercado. Aunque actualmente son otras tres cosas las que destacan. En primer lugar, el hueco que hay en su centro. Donde se pueden observar los restos de aquella Via Domitia que unía Roma con Hispania y que aparecieron tras unas obras de remodelación del espacio.

En segundo lugar, el bonito edificio en estilo art Nouveau que en su día fue levantado para Aux Dames de France, una cadena de grandes almacenes franceses que, desde finales del siglo XIX y hasta su disolución definitiva en 1985, sembró el país de preciosas tiendas.

Y, por último, como no, el edificio del Hôtel de Ville. O lo que es lo mismo: el ayuntamiento. Que ocupa el flamante Palacio de los Arzobispos. Levantado por éstos para demostrar su poder cuando se hicieron cargo del gobierno de la ciudad.

El edificio original tiene dos partes, el Palacio Viejo y el Palacio Nuevo. Y cuenta con dos torres. Una de ellas con un mirador a 41 metros de altura desde donde se tienen unas vistas espectaculares de toda la ciudad.

A parte de las oficinas municipales, en su interior hay dos museos. El primero dedicado al patrimonio arqueológico de Narbona, en el que hay un sinfín de tesoros romanos y medievales; y el segundo centrado en la Historia del Arte. Además, en uno de sus laterales puede visitarse la Oficina de Información Turística.

Jardín de los Arzobispos

Justo a la espalda del Palacio de los Arzobispos, se encuentra el jardín homónimo.

Donde puede darse un pequeño paseo o sentarse a descansar viendo la trasera de la Catedral de San Justo y San Pastor. Así como entrar a su precioso claustro gótico.

Catedral de San Justo y San Pastor

Otra de las visitas más imprescindibles que hacer en Narbona en un día es a la inacabada Catedral de San Justo y San Pastor. Una de las más altas de Francia desde que se empezase su construcción en estilo gótico en el siglo XIII. Pero que sin embargo nunca llegaría a finalizarse. Como puede comprobarse en algunas de sus capillas que siguen sin techar.

Puente de los Mercaderes

Volviendo hacia la Plaza del Ayuntamiento, de espaldas al mismo, a mano derecha sale una pequeña callejuela a rebosar de gente y de tiendas. Seguramente os haya pasado desapercibida, pero es uno de los rincones que de ninguna manera os podéis perder si visitáis Narbona en un día. Y es que se trata de una calle con sus edificios levantados sobre un puente.

Este puente, conocido como Puente de los Mercaderes, suele compararse con el de Florencia aunque a pequeña escala. Pero para poder verlo bien tendréis que alejaros un poco más.

La Promenade des Barques

Si os fijáis bien, mirando hacia el Puente de los Mercaderes desde alguno de los otros puentes sobre el Canal de la Robine, os daréis cuenta que a mano derecha hay una esplanada repleta de árboles, bancos y terrazas en los que hacer una parada. Se trata de La Promenade des Barques. Que se llama así porque el canal a esa altura suele estar repleto de barcos atracados. Y es uno de nuestros rincones favoritos de la ciudad.

Les Halles

Para ir terminando de visitar Narbona en un día, sólo queda cruzar el canal hacia la mitad suroeste de la ciudad. Allí lo primero que nos encontraremos de frente es Les Halles, el mercado. Donde además de los puestos y tiendas habituales, hay también algunos bares y restaurantes.

Y justo a su lado el Monumento a los Caídos en las dos guerras mundiales. Muy presente en todas las ciudades francesas.

Notre Dame de Lamourgier

No muy lejos de allí se puede llegar también a la Iglesia de Nuestra Señora de Lamourguier. Un pequeño templo que en su día formó parte de un convento. Aunque hoy es un pequeño museo de restos romanos. Que puede presumir de tener la segunda colección lapidaria más importante después de la de Roma.

Casa de las Tres Nodrizas

Otro rincón que ver es la Casa de las Tres Nodrizas. Un bonito edificio renacentista, para muchos el más encantador de la ciudad, del que destacan tres cariátides en una de sus ventanas. De ahí su nombre.

Basílica de San Pablo

Por último, se puede llegar hasta la Basílica de San Pablo. Un templo que se erigió sobre un cementerio paleocristiano. Y que, aunque su exterior pase desapercibido, se la reconoce por ser uno de los templos góticos más antiguos del sur de Francia.

⭐*BONUS: Capilla de los Penitentes Azules y Horreum

Si aún os queda tiempo y ganas de seguir descubriendo Narbona en 1 día, también pueden hacerse dos visitas más yendo hacia el oeste de la catedral. Se trata de la Capilla de los Penitentes Azules. Un pequeño templo barroco restaurado en 1995 que se utiliza para exposiciones de arte (y de la que no hemos sido capaz de averiguar por qué se llama así). Y el Horreum. Un hórreo romano para el almacenaje de víveres en unas galerías subterráneas.

☕ Dónde comer en Narbona

A lo mejor no habíais oído hablar de la ciudad por su pasado romano, pero es posible que sí la hayáis oído mencionar por uno de sus restaurantes que es mundialmente conocido: Les Grands Buffets. Un macrobuffet libre de especialidades francesas, quesos, carnes, pescados y mariscos (incluidas las ostras y los bogavantes) en un espacio repleto de obras de arte. Que, además, ostenta el record guiness de variedades de queso en un establecimiento. Y que cuenta con las opiniones favorables, no sólo del gran público, si no también de algunos chefs de renombre.

Su precio es de 48 € por persona (los menores de 10 pagan la mitad y los de 6 entran gratis). Pero todo el mundo asegura que merece la pena. Así que, si tenéis hambre después de visitar Narbona en un día, ¡¡este es vuestro sitio!! Sin embargo, también hay otras opciones donde comer rico, rico, sin ponerse tanto las botas como en el mayor buffet del mundo. Y nosotros nos decantamos por Le Coq Hardi Chez Tonino.

Llegamos a Narbona desde Carcasonne (donde no hay que dejar de probar el Cassoulet), pero como salimos pronto no nos había dado tiempo a comer, así que queríamos probar el delicioso plato igualmente. Buscando y buscando encontramos este local. Y sólo podemos decir que fue un acierto total. Compartimos una ensalada enorme y deliciosa con foie, cecina, etc. y un plato de Cassoulet que sólo podemos decir que fue exquisito (tal y como lo recordábamos de una visita anterior al sur de Francia).

Salimos a 25€ por cabeza, lo que nos pareció bien para la cantidad y la calidad de los platos. Y el camarero que nos atendió fue muy amable y nos intentó ayudar en todo salvando las barreras del idioma.

En definitiva, que lo recomendamos 100%.

⛺ Dónde alojarse en la ciudad

Por último, si necesitáis alojamiento, también hay un sinfín de opciones para hacerlo. Y, como buen nudo de comunicaciones e histórico cruce de caminos, las hay además para (casi) todos los bolsillos.

Nosotros nos alojamos en el Zenitude Hôtel-Résidences Narbonne Centre 4*. Literalmente, a dos pasos de la Plaza del Ayuntamiento y de La Promenade des Barques. Así que esta superbién ubicado.

Además, después de una experiencia regulera en un hotel de la misma cadena en Lourdes, llegamos a Narbona con un poco de miedo y qué gratísima sorpresa nos llevamos. Este hotel es harina de otro costal. Está limpísimo, reformado (¡¡¡sin moquetaaaaaa!!!), las camas son nuevas, grandes e hipercómodas, el baño tiene plato ducha y también está limpio como una patena, la cocina es muy completa… vamos, que lo tiene absolutamente todo.

Y lo mejor es su precio (75€ la habitación doble). Más barato que muchos otros hoteles del sur de Francia que al lado de este no merecerían ni media estrella.

Como punto negativo, sólo diría que tienen parking de pago, pero no dejan reservarlo con antelación, así que cuando llegamos (a las 15:00) no les quedaba ni una plaza libre y tuvimos que buscar dónde aparcar. Y tardamos lo nuestro…

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Y hasta aquí todo lo que os podemos contar sobre nuestra experiencia visitando Narbona en un día. Una ciudad cargadísima de historia y de la que no solemos hablar mucho.

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Espero que esta guía para visitar Narbona en un día os haya resultado superútil. Si tenéis cualquier duda o pregunta, os animo a dejar un comentario o escribirnos por email. ¡Hasta muy pronto viajerxs!

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